La historia de Don y Doña es la de un experimento que no funcionó; sin embargo, sus pruebas auguraban y aún demuestran que con esos mimbres podía haberse fabricado una espectacular cesta.

Juan Carlos Ramírez había sido la voz solista de aquellos primigenios Aguaviva en su exitoso debut, pero había dejado el grupo poco después, en 1971. Otro tanto pasaba con María del Carmen –Mamen- Fernández, que veía como su grupo, La Compañía, se disolvía a finales de 1974. Ambos sabían lo que era lograr un número uno absoluto de ventas y ambos estaban ahora cesantes. A instancias de Juan Carlos y sobre todo del sello Movieplay, deciden formar un dúo, que hoy calificaríamos de folk-pop. Era una buena época para los dúos y poco antes Víctor y Diego, entre otros, habían demostrado la viabilidad del formato dúo aplicado a la canción de autor.